*Grandes piedras unidas de forma natural dan la bienvenida a los cañones; a orilla del río se podrá zambullirse
Arantxa Arcos
Xico, Ver.- A diez minutos de Xico encontrarás un cañón que con adentrarte en sus entrañas sentirás la frescura que emite la naturaleza. Como la sensación que te genera el encender el clima en tu automóvil o el ingresar a un centro comercial.
Para llegar al sitio, de preferencia lo harás en bicicleta y así admirar detenidamente todo el paisaje latente en la zona. Frondosos árboles, ganado degustando hierba o personas caminando de regreso a su hogar en la montaña.
No existen unas letras que te dé la bienvenida pero sigue el letrero que conduce a las cabañas de Pextlan. Al avanzar llegarás a una capilla, sigues por la derecha hasta llegar al río.
Si crees tener el control de tu bicicleta, conduce sobre el río o desciende para refrescarte un poco del trayecto. He allí la importante de llevar un cambio completo de ropa, que incluya hasta otro posible calzado.
Llegar al río te indicará la cercanía del punto natural convertido en frescura. Unos treinta minutos más y terminará el recorrido gratuito.
Grandes piedras unidas de forma natural te darán la bienvenida a los cañones de Pextlan. Podrás sentarte en alguna piedra o dejar tus pertenencias a orilla del río y zambullirse por algunos minutos.
Los lugareños recomiendan ir en los meses de enero, marzo y hasta abril, ya que el nivel del río crece y te será imposible conocer el sitio.
Para regresar al municipio de Xico, los mismos pobladores te aconsejan tomar una piedra del río, ésta te servirá por si tocas alguna hierba conocida como “mala mujer”. Si ésta roza tu cuerpo, frota un poco la piedra y terminará el ardor.
